Algo muy común en l@s niñ@s es el
miedo a la oscuridad, la gran mayoría de ell@s de entre los 3 y 8 años sienten
auténtico miedo a ésta. La imaginación en esta etapa del crecimiento es
absolutamente mágica y juega malas pasadas cuando se trata de dormir sol@s y,
cualquier ruido o movimiento en la oscuridad, es motivo más que suficiente para
que los niños tengan miedo.
También el miedo a la oscuridad
en la mayoría de los casos se produce por pesadillas que ocurren durante el
sueño, l@s niñ@s son mucho más propensos a ellas que los adultos; el temor a
despertar solos es igualmente otra de las causas.
Si después de apagar la luz el o
la pequeñ@ continúa solicitando nuestra presencia en el cuarto (nos pide un
vaso de agua, o una manta, o simplemente que nos quedemos acompañándole hasta
que se duerma), es posible que nos estemos enfrentando a un terror nocturno a
la oscuridad.
Por este motivo, y una vez se
detecta si el miedo que sufre el o la pequeñ@ es real, es importante ofrecerle
apoyo, y jamás burlarse o menospreciar la sensación de pánico que la ausencia
de luz puede provocar en ell@s. Por: Lic. Indira Flores Carvajal.
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