L@s niñ@s pasan por diferentes
etapas a lo largo de su desarrollo, la mente de los pequeños está dominada por
el pensamiento mágico, el mismo que se caracteriza por no distinguir la
realidad de la fantasía, son percepciones particulares que provienen del mundo
emocional. Ell@s pueden creer en monstruos y/o fantasmas, pueden tener un
amigo imaginario porque sus emociones así se lo indican.
Es común entonces que los niños
crean en la existencia de figuras tales como súper héroes, hadas, Papa Noel, y
otros. En un principio no tienen la menor idea de que algo pueda ser mentira,
si alguien mayor que él o un adulto se lo cuenta.
Éste tipo de creencias suelen ser
alimentadas por los padres aunque también existen adultos que prefieren que sus
hijos no tengan estos pensamientos y suelen cortarlos explicando la realidad.
Sin embargo, privar a l@s niñ@s de éste etapa que alimenta su imaginación, y su
desarrollo es contraproducente.
El pensamiento infantil es mágico
y éste pensamiento afirma que esta magia
ayudará a comprender las dificultades del mundo.
Ésta etapa es la del desarrollo y
como tal debe tener un punto de quiebre y detenerse, aproximadamente a los 6
años los niños comienzan a tener una conciencia de la realidad, si esta etapa
continúa más allá debe ser señal de alerta para los padres.
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